Editorial: "El Gran Tsunami"
"Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana; y yo no estoy seguro sobre el universo" (Albert Einstein).
El “Gran Tsunami”, la gran ola, la verdadera amenaza del hombre y la naturaleza, se van formando cuando las placas tectónicas del conocimiento se juntan y, en lugar de complementarse y enriquecerse mutuamente, chocan entre sí. Es la estupidez humana la causante de todo ello. La estupidez rompe el equilibrio entre los diferentes tipos de conocimiento, haciéndolos chocar debido a la aparición de uno nuevo: el que proviene de su manipulación para imponer la ausencia del mismo. El acceso inmediato a todo tipo de información a través de la red nos hace presas de un conocimiento raquítico y desvirtuado.
La búsqueda de la verdad siempre ha sido la fuente principal de la sabiduría. Desde que la verdad no importa tenemos un grave problema porque la raíz y la naturaleza de las cosas han perdido su sentido: la vida, el agua, el hombre, el aire y la tierra no importan, sino que se han convertido en la excusa perfecta para la ambición y propósitos personales.
Al conocimiento empírico, filosófico, científico o teológico, se ha sumado uno nuevo: el que proviene de su propia “distorsión”, con el único fin de extender corrientes dominantes de opinión que den su apoyo a cualquier propósito por más descabellado que sea.
Es también paradójico que en un mundo cada vez más “descreído” se busque con tanto ahínco “el más allá” o, lo que es lo mismo, fórmulas vacías, frases grandilocuentes que “van más allá” de los intereses y necesidades reales del medio rural, porque no van a ningún sitio sino a complicar la vida de la gente.
El Medio Rural está HARTO de todo lo que está ocurriendo. Está harto de exigencias que no mejoran el medio ambiente y, sin embargo, hacen la vida imposible a quien realmente lo cuida. Está harto de exigencias burocráticas sin fin. Está harto de discursos vacíos, sin presupuestos, apoyos ni soluciones reales. El Medio Rural está HARTO con todo lo que está pasando.
Desde ASAJA denunciamos el radicalismo que se percibe con la manipulación e imposición de todo tipo de “ideas” que surgen de las corrientes de opinión que vienen de la urbe y que muestran un grave desconocimiento, y nos tememos que desinterés, de los problemas reales del Medio Rural. Es más, nos atrevemos a decir que son los grupos políticos los últimos responsables, ya que al dejarse arrastrar por estas corrientes como consecuencia de las “modas” e “intereses” en pos de la consecución del voto, han vendido al medio rural.
D. Manuel Pimentel publicó el 30 de julio un artículo titulado “El bosque avanza. Ni lobos ni osos son nuestros enemigos” en el periódico digital “La información”. Una vez más, desde la atalaya de la urbe se pierde la perspectiva. Las masas boscosas, como usted dice, efectivamente han crecido, pero esos 18 millones de hectáreas están “minados” con verdaderos “polvorines”. Nunca nos había asustado tanto el estado lamentable de nuestros bosques, que se debe en gran medida a la nefasta gestión de nuestros gestores, quienes no han sabido o no han querido ver que, precisamente, el pastoreo es el mejor cortafuegos. Nuestros ganaderos y la ganadería extensiva son los mejores bomberos. Dice usted, D. Manuel: ”La España vacía, que supone un drama antropológico, cultural y patrimonial, representa, sin embargo, una auténtica bendición ecológica. El hombre retrocede, el lobo avanza.” Y yo le digo: Avanza el hombre lobo, y especialmente el lobo urbano. Le recomiendo que lea nuestra editorial “El hombre lobo”, quizás pueda entendernos un poco mejor.
Y no lo dice en su artículo, D. Manuel, pero se deja entrever algo que es cierto: a través del estrangulamiento de la actividad productiva del medio rural la España rural se muere. El falso ecologismo quiere erigirse en defensor de aquello que precisamente está destruyendo. En este estadio de cosas es normal travestir al lobo con piel de cordero y al cordero con piel de lobo y trasladar esta realidad a lo más sagrado, la escuela. Y son los mismos que con su “embalse” en la mano- su vaso o su botella -disertan contra las regulaciones del agua, mientras beben un pequeño sorbo cada vez que tienen sed. Los despropósitos en este sentido son tantos que necesitaríamos varias enciclopedias para relatarlos.
La huella de la mirada de nuestros ancestros está llena de sabiduría, D. Manuel. Es producto del poso y el reposo; de horas, días, meses y años de soledad, silencio e introspección con la naturaleza; de una relación directa con todo lo que nos rodea y, sobre todo, de respeto, de un profundo respeto. En este ejercicio, es la mirada de lo que nos envuelve lo que llega a nosotros en pos de buscar, no mi verdad para imponerla, sino “La Verdad”. Uno de nuestros más grandes poetas, Antonio Machado, decía: ”tu verdad no; la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela.”.
Hagamos todo lo posible para que la Verdad prevalezca y no se produzca el “Gran Tsunami” que la manipulación y la mentira está formando.
ÁNGEL SAMPER SECORÚN
SECRETARIO GENERAL ASAJA ARAGÓN
