ASAJA ARAGÓN, UAGN Y ASAJA LLEIDA, trasladan su total apoyo al cazador atacado por la osa Sarousse
Su experiencia evitó el tener que lamentar la primera tragedia humana.
Con el respeto al resultado de la investigación todavía en curso, pero tras haber constatado los hechos, el cazador actuó en defensa propia, y en unas circunstancias en que de no ser por su experiencia y aplomo el fallecido hubiera sido él en lugar de la osa. El animal que fue velozmente a por el cazador, cayó a menos de 10 metros del mismo. Cabe recordar que Sarousse, al igual que el resto de osos que hay en el Pirineo, han matado a innumerable número de ovejas, terneros, vacas y potros, y que como animal salvaje en determinadas circunstancias puede atacar y matar no solo a los animales como viene haciendo hasta ahora sino también al hombre: cazador, excursionista, turista o ganadero.
El que en este momento haya colectivos medioambientalistas y administraciones públicas que se posicionen con los extremos más salvajes del comportamiento animal frente a la parte humana dice muy poco de todos ellos. Ni la diversidad ni el medioambiente es propiedad de los radicales, ni de los radicalismos sino de todos nosotros. Crear enfrentamientos gratuitos desde una visión a veces distorsionada y otras peor aún, malintencionada dice poco de los que buscan ese enfrentamiento para la consecución de su rédito particular a través del desencuentro. Los habitantes del Medio Rural están hartos de tanto disparate y agresividad por parte de aquellos que poco o nada aportan al medioambiente y al territorio.
Esa situación de hartazgo está creando una situación nada deseable; una fuerte sensación de rechazo hacia esas corrientes que electrocutan la convivencia y el equilibrio deseado y necesario. Desde ASAJA denunciamos que no se realiza un seguimiento y control de los osos que permita advertir a los ganaderos, cazadores y población de su presencia y evitar de este modo tanto desgracias humanas como de los propios animales de las explotaciones. En este sentido nos parece una falta de respeto hacia el sector ganadero, que los dispositivos de geolocalización en muchos de estos animales se han quedado sin batería y por tanto se desconoce su localización de tal forma que resulta imposible realizar una práctica preventiva de su presencia en nuestras explotaciones.
En otro orden de cosas, los colectivos medioambientalistas están pidiendo que se deje de cazar, sobre todo en las zonas oseras. Nunca ha habido tanta presión por los daños que la fauna salvaje está causando, tanto a cultivos, a ganados o accidentes de circulación, causados por jabalíes, conejos, ciervos, corzos. La caza es más necesaria que nunca. Su labor medioambiental resulta imprescindible para controlar los daños a los cultivos, las posibles transmisiones de enfermedades desde la fauna hasta nuestro ganado y en definitiva para preservar un medio ambiente donde el agricultor y ganadero pueda seguir desarrollando su actividad multifuncional, esencial para el conjunto de la sociedad. Desde aquí nuestro reconocimiento a los cazadores. Y especialmente, al cazador que sufrió el ataque de Sarousse. Sabemos que pasó por unos momentos que no le deseamos a nadie. Que sepa desde estas líneas que desde Asaja tiene todo nuestro apoyo.
Vivimos en el mundo al revés. Ante lo ocurrido tendríamos que estar centrando las acusaciones ante los responsables de los osos y no contra la víctima. Somos nosotros los que tendríamos que abrir todas la vías de responsabilidad ante lo acaecido.